ILUMINACIÓN INNOVADORA
- Daniel Realpe
- 14 ene 2016
- 2 Min. de lectura
Usar fibra óptica para transmitir luz desde una fuente remota fue una de las primeras aplicaciones de esta tecnología, comúnmente asociada con el rubro de las Telecomunicaciones. Sin embargo, desde los años ’90, su uso en este tipo de aplicaciones ha crecido explosivamente. Considerando su gran resistencia a golpes y cambios de temperatura y bajo consumo energético, la fibra óptica se está transformando en una alternativa muy recurrida por los diseñadores de iluminación y arquitectos.


Los sistemas de iluminación por fibra óptica tienen tres componentes:
- El iluminador: Es la fuente que inyecta la luz al tubo de fibra óptica. Dentro del iluminador, se encuentra una rueda de colores, la que permite el cambio de color de las fibras ópticas conectadas al equipo. Un motor puede girar continuamente la rueda de colores o detenerla en cualquier color.
-El cable de fibra óptica: Hay dos tipos de cable de fibra óptica: los de iluminación lateral (que generan una línea continua de luz al estilo de un tubo de neón) y de iluminación puntual (spot o end-lit) que transmiten la luz de un extremo a otro del cable, generando de esta manera un spot de iluminación.
- El artefacto: Pueden haber distintos tipos de artefactos que se conectan al cable de fibra óptica. Si se trata de un cable de iluminación lateral, existen guías de montaje para generar una línea perfectamente recta, ya que el cable de fibra óptica no tiene forma por sí mismo. En el caso del cable de iluminación puntual, la diversidad de artefactos es mayor, dependiendo de las aplicaciones. Por ejemplo, puede tener conectada una lente subacuática para iluminación de piletas de natación, un artefacto para iluminar interiores o bien un artefacto para jardinería o paisajismo. La variedad de opciones es enorme.


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